EN DICIEMBRE:
En diciembre el cuadro se tornaba más dramático, máximo en los días cruciales de “noche buena” que por fuerza mayor la expendedora ejercía el control, relacionándola aquel que portara más de dos litros. ¡Llegó la leche! ¡A uno 20! Decían los muchachos cuando veían asomarse el carro distribuidor, cuando a mediados de la década de los 60’s. A finales del 60 doña María desistió de su empeño por razones de competencia y por ende no se le ganaba nada, luego instaló tiendecita, mas conocida como “la tienda de los sordos”.
0 comentarios:
Publicar un comentario